Queridos Hermanos y Hermanas en Cristo:
Les deseo de todo corazón un “Feliz Año Nuevo” y rezo para que Dios los bendiga a ustedes y a sus seres queridos en este 2025.
Hoy, la Iglesia celebra la Solemnidad de la Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios. En esta misma fiesta, hace veintidós años, el Papa San Juan Pablo II dijo:
“Si Jesús es la Vida, María es la Madre de la Vida.
Si Jesús es la Esperanza, María es la Madre de la Esperanza.
Si Jesús es la Paz, María es la Madre de la Paz…”
María es la madre de Jesucristo, y nuestra Iglesia reconoce y honra tanto la plena humanidad como la plena divinidad de Jesús en cada momento de Su vida. De hecho, incluso en el vientre materno, sabemos que Jesús era siempre Dios, el Hijo: el Camino, la Verdad y la Vida. Por lo tanto, nuestra Santísima Madre realmente puede ser llamada la Madre de Dios. Esta fiesta celebra justamente su santidad y obediencia, pero también es una fiesta que alaba el misterio de Dios hecho hombre. Las celebraciones de hoy nos recuerdan que honramos a Jesús cuando honramos a María.
No importa cómo sean nuestras familias terrenales, todos tenemos una Madre Celestial que anhela ayudarnos a llegar al Cielo. Los invito a recurrir a María para que interceda por nosotros durante todo el 2025. Rezo para que la Madre de Dios les traiga vida, esperanza y paz este año, acercándolos cada vez más a Su Hijo.
+ Obispo Schlert
