La noche del jueves 12 de diciembre, la Iglesia de la Inmaculada Concepción de la Virgen María en Allentown, marcó el final de una celebración de varios días con profundo significado religioso y cultural en la Diócesis de Allentown: la fiesta de la nuestra Señora de Guadalupe.
Celebrar esta fiesta tan importante para todos los fieles católicos, justo donde se encuentra ubicado el Santuario Nacional de la Virgen de Guadalupe, fue motivo de inmensa alegría para las más de 250 personas que se hicieron presentes para honrar a la Emperatriz de las Américas, tal como fue nombrada por el Papa Pío XII en 1946.
Feligreses de distintas parroquias aplaudían y gritaban: “¡Que viva la Virgen de Guadalupe!” mientras cantaban a viva voz “Buenos días, Paloma Blanca.” La procesión hacia el altar estuvo acompañada por niños y jóvenes que representaban la colorida cultura del pueblo mexicano.
El Padre David Kozak, Vicario Parroquial de la Inmaculada Concepción BVM, en Allentown, y del Sagrado Corazón de Jesús, también en Allentown, introdujo al señor Obispo Schlert, quién expresó que era un gran honor y privilegio celebrar con todos los presentes la gran conmemoración de la aparición milagrosa de Nuestra Señora de Guadalupe. “En Ella”, dijo el Obispo, “escuchamos un mensaje de cuidado maternal y una llamada al arrepentimiento.”
En su homilía, el Padre Kozak recordó que las palabras de la Virgen a Juan Diego “fueron palabras de amor” y, por su amor, nos pide obedecer a su Hijo, Jesús. Aprovechó para pedirle a la Virgen que interceda por todos los que sufren, especialmente por aquellos que dejan sus países en busca de una vida mejor.
Monseñor Roberto Biszek, Pastor Emérito de la Santa Infancia, en Bethlehem, pidió a la Virgen de Guadalupe que inspire a los jóvenes a seguir la vocación del sacerdocio y a los jóvenes a la vida consagrada. Antes de terminar la celebración Eucarística, el Padre Kozak pidió a los presentes acercarse para la bendición de los artículos religiosos en honor a la Virgen.
La Santa Misa concluyó con “La Guadalupana,” un animado canto a la Virgen, acompañado de música y aplausos de los feligreses. Luego, todos se dirigieron al salón de eventos de la iglesia para continuar celebrando como familia de fe con un banquete de comida típica mexicana.
Un participante comentó: “Vine a todas las novenas. Me pareció muy lindo el evento. Ayer, todos nos alegramos con los Mariachis.” Otro asistente destacó: “Me gustó bastante ver todos los símbolos culturales de la noche y las banderas de nuestros países.” Un feligrés de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, en Allentown, compartió: “Me gustó ver la alegría del Obispo al compartir de manera tan abierta y afable la cultura hispana. Fue interesante observar la participación de los hispanos de la Diócesis, provenientes de diferentes culturas.”
Fue un hermoso encuentro de culturas, en el que participantes de diversos países de origen se reunieron en fraternidad, honrando a la Virgen como madre de todos. Esta festividad, dedicada a la Virgen María, se convirtió en una vibrante expresión de la fe y la identidad de los hispanos de la Diócesis de Allentown.
Fotos por Vargas Photography.