Primera lectura
En aquellos días, habló Moisés al pueblo, diciendo: "El Señor Dios hará surgir en medio de ustedes, entre sus hermanos, un profeta como yo. A él lo escucharán. Eso es lo que pidieron al Señor, su Dios, cuando estaban reunidos en el monte Horeb: 'No queremos volver a oír la voz del Señor nuestro Dios, ni volver a ver otra vez ese gran fuego; pues no queremos morir'.
El Señor me respondió: 'Está bien lo que han dicho. Yo haré surgir en medio de sus hermanos un profeta como tú. Pondré mis palabras en su boca y él dirá lo que le mande yo. A quien no escuche las palabras que él pronuncie en mi nombre, yo le pediré cuentas. Pero el profeta que se atreva a decir en mi nombre lo que yo no le haya mandado, o hable en nombre de otros dioses, será reo de muerte' ".
Evangelio
En aquel tiempo, se hallaba Jesús a Cafarnaúm y el sábado siguiente fue a la sinagoga y se puso a enseñar. Los oyentes quedaron asombrados de sus palabras, pues enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.
Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: "¿Qué quieres tú con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios". Jesús le ordenó: "¡Cállate y sal de él!" El espíritu inmundo, sacudiendo al hombre con violencia y dando un alarido, salió de él. Todos quedaron estupefactos y se preguntaban: "¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es ésta? Este hombre tiene autoridad para mandar hasta a los espíritus inmundos y lo obedecen". Y muy pronto se extendió su fama por toda Galilea.
Reflexión
En las lecturas de hoy escuchamos acerca de la autoridad y el poder dados por Dios a Sus profetas. La palabra hebrea para profeta es "nabî", que significa "intérprete y portavoz de Dios". Un profeta sirve como mediador entre Dios y Su pueblo, transmitiendo el mensaje inspirado recibido de Dios con autoridad y poder. Un profeta no solo revela eventos futuros, sino que también corrige y recuerda a Su pueblo sus obligaciones de pacto con Dios.
En la Primera Lectura, vemos la cercanía de Dios, quien escucha a Su pueblo y los guía. A través de Su profeta Moisés, revela Su intención de proporcionar orientación continua y sabiduría a Su pueblo a través de mensajeros designados. Dios también les recuerda la importancia de prestar atención a las palabras del profeta, ya que la desobediencia resultaría en consecuencias severas.
En el Evangelio, vemos a Jesús entrando en la sinagoga, enseñando con una autoridad diferente a la de los escribas, y expulsando a un espíritu inmundo. Aquí, Jesús se revela como el cumplimiento de la promesa profética en Deuteronomio. Su autoridad no solo está en palabras, sino que también se demuestra a través de acciones que muestran Su poder sobre los espíritus inmundos. En Jesús recibimos orientación de Dios, el Padre, quien fundamentalmente nos pide que nos sometamos a Su autoridad para disipar la oscuridad dentro de nuestras vidas y guiarnos hacia la Verdad.
Por lo tanto, recordemos hoy un área de nuestras vidas donde podamos necesitar sabiduría y orientación, e invitemos al Señor a venir con nosotros y que nos ayude a verla a través de Sus ojos. Consideremos también cuán dóciles somos a Su autoridad y a la guía del Espíritu Santo. ¿Estamos buscando Su ayuda? ¿Estamos dispuestos a obedecer Sus mandamientos? ¿Creemos que Sus mandamientos son verdaderamente para nuestro bienestar? Al acercarnos a Él y plantearnos estas preguntas con honestidad, podremos ver la verdadera postura de nuestros corazones hacia Él y Su guía. Oremos también por aquellos que están ignorando o no están confiando en la guía y protección de nuestro Señor, para que puedan escuchar Su voz y dar la bienvenida a Su orientación en sus vidas.
Por favor tengan la certeza de mis oraciones frente a Nuestro Señor, presente en el Santísimo Sacramento del Altar.
+ Obispo Schlert