Noticias de la Diócesis de Allentown

Reflexión sobre el Evangelio: V Domingo de Pascua

Primera lectura
Hch 9, 26-31

Cuando Pablo regresó a Jerusalén, trató de unirse a los discípulos, pero todos le tenían miedo, porque no creían que se hubiera convertido en discípulo.

Entonces, Bernabé lo presentó a los apóstoles y les refirió cómo Saulo había visto al Señor en el camino, cómo el Señor le había hablado y cómo él había predicado, en Damasco, con valentía, en el nombre de Jesús. Desde entonces, vivió con ellos en Jerusalén, iba y venía, predicando abiertamente en el nombre del Señor, hablaba y discutía con los judíos de habla griega y éstos intentaban matarlo. Al enterarse de esto, los hermanos condujeron a Pablo a Cesarea y lo despacharon a Tarso.

En aquellos días, las comunidades cristianas gozaban de paz en toda Judea, Galilea y Samaria, con lo cual se iban consolidando, progresaban en la fidelidad a Dios y se multiplicaban, animadas por el Espíritu Santo.

Evangelio
Jn 15, 1-8

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. Al sarmiento que no da fruto en mí, él lo arranca, y al que da fruto lo poda para que dé más fruto.

Ustedes ya están purificados por las palabras que les he dicho. Permanezcan en mí y yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante, porque sin mí nada pueden hacer. Al que no permanece en mí se le echa fuera, como al sarmiento, y se seca; luego lo recogen, lo arrojan al fuego y arde.

Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y se les concederá. La gloria de mi Padre consiste en que den mucho fruto y se manifiesten así como discípulos míos''.

Reflexión

Cuando un ser querido deja de practicar la fe o se aleja de la Vida Sacramental de la Iglesia, nos rompe el corazón. Muchos de nosotros hemos experimentado esto entre nuestras propias familias y amigos. Afecta más que cuando una generación pone fin a una tradición familiar o deja de celebrar un aspecto de su herencia cultural. Nuestra familia de fe siente esta ausencia profundamente.

Nuestras lecturas brindan luz y esperanza sobre esta situación. El Evangelio nos recuerda las familiares palabras de Nuestro Señor: “Yo soy la Vid, ustedes son los sarmientos.” Nos dan una imagen hermosa de la unión con Cristo a la que somos llamados por nuestro Bautismo. Él expresa un deseo profundo de fortalecer y podar nuestros sarmientos para que Él pueda dar mucho fruto a través de ellos. También nos advierte de lo que sucederá si permitimos que nuestros sarmientos se marchiten de Su Vid que da vida.

Sin embargo, no importa cuán marchito pueda llegar a estar un sarmiento, puede ser restaurado a la Vid Verdadera. Consideremos a San Pablo en la Primera Lectura, quien centró mucha de su vida en perseguir a los seguidores de Jesús. Después de ver al Señor y alejarse de esa maldad, se convirtió en un discípulo fiel y predicador celoso del Evangelio. La conversión de Pablo fue poderosa y su conexión con Cristo y la Iglesia llegó a ser fuerte y profundamente fructífera.

En lugar de perder la esperanza, nos unimos en oración por los miembros de nuestra familia de fe que se han alejado. Oramos para que vean a Cristo como la Vid Verdadera, Aquél que nos nutre, fortalece y purifica en los Sacramentos.

Quizás estés leyendo esta reflexión y estés considerando regresar a la vida de la Iglesia. Cristo, la Vid Verdadera, te espera. Permanecer en Él es permanecer en Su Iglesia. Dios Padre, el Viñador, desea dar grandes frutos en tu vida a través de tu relación y conexión con Su Hijo. No podemos dar este fruto solos. Por el Sacramento de la Penitencia, Él reparará todo lo que se haya separado de la Vid y restaurará la fuente de vida y alimento para ti. Él te invita a permanecer en Él.

Por favor tengan la certeza de mis oraciones por ustedes frente a Nuestro Señor, presente en el Santísimo Sacramento del Altar.

+ Obispo Schlert



Cuotas:
Print


Secciones
Home
Buscar