Procesión de las Palmas - Evangelio
Mc 11, 1-10
Primera Lectura
Is 50, 4-7
Evangelio
Mc 14, 1–15, 47
Reflexión
En las lecturas de hoy, somos testigos de la dicotomía entre las personas que recibieron a Jesús con "¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!" y luego gritaron "¡Crucifícalo!"
Jesús se encontró entre personas que tanto lo amaban como lo odiaban, sin embargo, Su respuesta siempre fue de misericordia y amor. Él invitó a Judas, quien luego lo traicionaría, y a Pedro, quien luego lo negaría, a comer de Su cuerpo y tomar de Su sangre en la Última Cena.
Como profetizó Isaías, Jesús no opuso resistencia ni se echó para atrás, sino que humildemente ofreció Su espalda a aquellos que lo golpearon. Se apoyó en el Padre como Su fortaleza para soportar pacientemente hasta el final por el bien de nuestra Salvación - "Pero el Señor me ayuda, por eso no quedaré confundido".
En este Domingo de Ramos, demos gracias a Él por su sacrificio, por perdonarnos cuando lo hemos rechazado, por llamarnos a la santidad y por tener siempre un lugar para nosotros en Su mesa. Ojalá que seamos receptivos a las gracias de esta Semana Santa que vienen en nuestra ayuda para prepararnos a celebrar Su triunfo sobre la muerte.
Por favor tengan la certeza de mis oraciones frente a Nuestro Señor, presente en el Santísimo Sacramento del Altar.
+ Obispo Schlert